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"Hay cuatro razones por las que merece la pena ser emprendedor: soy mi propio jefe, es estupendo poder realizar mis propias ideas, gano mucho más dinero y puedo elegir cuándo y cuánto trabajo", afirmó Tim Rowe, fundador y Consejero Delegado del Cambridge Innovation Center (CIC) en la conferencia-coloquio "Promover en la sociedad el espíritu emprendedor", dentro de las actividades programadas con motivo del 50 aniversario de ICADE, en la que estuvo acompañado por Alfredo Arahuetes, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ICADE), y Juan Rosas, antiguo alumno de Comillas-ICADE y Director General de la Fundación de la Innovación.

Juan Rosas, presentó a Rowe como un emprendedor en serie porque su centro ha ayudado a crear más de 320 empresas. En la actualidad, es dueño de cinco que generan alrededor de diez millones de dólares, y entre las que se encuentra el Cambridge Innovation Center, dedicado a ayudar a emprendedores en la creación de su propia empresa. Como Rowe explicó, en su intervención, "es una especie de comunidad social donde el emprendedor encuentra iniciativas de unas o otras personas y donde aprenden unos de otros".

El CIC está situado en Kendall Square, el lugar más denso de acción emprendedora del mundo, según un estudio del Boston Consulting Group, empresa en la que trabajó Rowe al principio de su trayectoria profesional. La variedad de las compañías creadas va desde una que se dedica a curar la parálisis producida por accidentes, a través de ensayos con monos, hasta otra que produce paneles solares que se pueden situar en ventanas.

A Rowe le divierte ser emprendedor. La primera empresa la creó con 12 años, en el colegio, según contó. Vendía ordenadores que compraba en una tienda en la que le daban un 5 por ciento de bonificación por ordenador vendido. Le alegra el cambio que ha experimentado la asignatura de "emprendedores" con respecto al pasado, porque antes sólo encontraban lugar en las escuelas de negocio, mientras que ahora se ha asentado en la universidad. "La economía en Estados Unidos se ha ido desempeñando bien gracias a la cultura de emprendedores que existe -dijo-. Hay mucha empresa joven. Entre 1980 y 2005 se creó un gran número de ellas (Microsoft, Apple, etc.). Sin esta iniciativa tendríamos una enorme tasa de desempleo. El alto paro en España se debe precisamente a la poca creación de empresas. Según una encuesta, la mayoría de españoles jóvenes prefieren trabajar para el Estado", apuntó.

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