Germán Pérez Pichel, antiguo alumno de Ingeniería Industrial, doctor por Comillas y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI), ha conseguido una beca postdoctoral de investigación en el International Thermonuclear Experimental Reactor (ITER), el proyecto internacional que pretende demostrar la viabilidad científica y tecnológica de la fusión nuclear. La beca, financiada por el Principado de Mónaco, proporciona un contrato de investigación de dos años. Pérez Pichel, que es el primer español en conseguir esta beca, la empleará para trabajar en diseños de primera pared para el futuro reactor.
FUENTE: UNIVERSIDAD PONTIFICIA COMILLAS
El proceso de selección fue, según el investigador, "relativamente sencillo". La organización busca cinco jóvenes doctores de los países integrantes del proyecto (China, Unión Europea, India, Japón, Corea, Rusia y Estados Unidos), con experiencia en fusión y un doctorado reciente en temas relacionados con la energía nuclear. Pérez Pichel hizo su tesis sobre ciclos termodinámicos de potencia para reactores nucleares de cuarta generación, bajo la dirección de José Ignacio Linares, Director del Departamento de Ingeniería Mecánica de Comillas ICAI, y Luis Enrique Herranz, Director de la Unidad de Seguridad Nuclear del CIEMAT. Esa investigación estaba precedida por una experiencia de tres años en el laboratorio nacional de fusión nuclear del CIEMAT y por el diploma de estudios avanzados, que cursó en el programa de plasmas y fusión nuclear del mismo centro. "Quizás la experiencia combinada en el campo de la fusión con el de la fisión es lo que les ha interesado", afirma. Además, el hecho de que ahora mismo el ITER sea fundamentalmente un proyecto de ingeniería, ya que hay que construir la máquina, pudo influir en la elección de un perfil de doctor ingeniero como el suyo.
La primera pared es, dentro de la máquina del ITER, es el componente más expuesto al plasma y el que recibe más energía, por lo que tiene una serie de dificultades tecnológicas que suponen un reto muy interesante para el investigador. Pérez Pichel ha sido asignado dentro de un grupo de trabajo en el que desempeñará su labor bajo la tutela de uno de los ingenieros responsables de esa parte del proyecto. "Uno de los puntos fuertes de la beca es que te da la oportunidad de trabajar con especialistas de gran nivel, así que se trata de una oportunidad única para aprender y a la vez tratar de contribuir en un campo complejo, en el que sería muy difícil participar de otro modo", asegura.
Para este ingeniero, una de las cuestiones más interesantes es que se trata de un proyecto enormemente multidisciplinar y, aunque uno se centre en una investigación concreta, le terminan afectando todas las particularidades tecnológicas de la máquina, ya que es un desarrollo que lleva al extremo muchos campos distintos de la ingeniería: mecánica, electromagnetismo, control, transmisión de calor o materiales. Pérez Pichel explica que precisamente la cuestión de los materiales es clave, más aún en el trabajo que él va a desarrollar, ya que no existen todavía unos materiales probados que aguanten unas condiciones térmicas tan exigentes como las que van a soportar los componentes de la primera pared, en contacto casi directo con el plasma. "Hay que desarrollar mucha ingeniería en estrecha colaboración con especialistas muy distintos entre sí. Quizás en el análisis de los problemas vinculados a la primera pared es donde mejor se ve la multidisciplinariedad del proyecto".
Pérez Pichel, que comenzó a trabajar en Empresarios Agrupados poco antes de terminar el doctorado, se trasladará el próximo mes de septiembre a Francia, concretamente a Cadarache, en la región de Bouches-du-Rhône, donde se construye el ITER. Esta zona está muy vinculada a la energía atómica, allí se desarrolló parte del programa nuclear francés y tiene una de sus sedes la Commissariat à l"Énergie Atomique (Comisión de la Energía Atómica de Francia).
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